Si todavía hay algo capaz de conmoverte,

Si todavía hay algo capaz de conmoverte,
entonces, sigues vivo.

martes, 7 de enero de 2014

De cómo la musa se convirtió en poeta.

Cansada de ser objeto de adoración, cogió sus maletas, dio un portazo con perfume de 'volveremos a vernos', y empuñó su falda. Se cortó el pelo, dejó de pintarse los labios. Dejó de sonreír. Dejó de comer. Y todavía la seguían idolatrando. Se rasgó la piel, comenzó a fumar. Y seguían lamiendo sus heridas, pidiéndole desesperados, caladas de ella. 
Seguían queriendo acariciarla, nunca se saciaban. Sucios poetas. La necesitaban, porque sabía a inspiración. La ansiaban. Todos a la vez, no importaba. Podrían violarla. Podría dejarse violar. Jamás habría suficiente. Si se mataba, escribirían sonetos sobre su muerte, infinitos poemas.

Y ella... no quería que la leyeran de pluma de otros. Quería que la escucharan. Quería... amor. 

Así, se dio muerte de la única manera que podría hacerla mortal: escribiendo. 



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