Si
me visto para la Ópera… y no hay nadie cantando… no hay nadie tocando…
Los
instrumentos se han quedado sordos, la audiencia ha perdido el sentido de la
decencia. El director se ha olvidado la batuta en casa. El
espectáculo no debe continuar.
Pero
yo… estoy vestida para la Ópera.
Ahora
estoy rasgada. Como un violín en una obra de Vivaldi. ¿Cómo se queda el piano
tras una sonata de Mozart? Cómo se queda el alma después de… Después de eso. El
dolor se ha llevado hasta el nombre. El dolor arrasa con todo, y los escombros
sólo sirven para recordar una y otra vez la masacre que acechó un día.
¿Barremos un poco, cariño? Nos queda mucho trabajo por delante, y si te me
sigues clavando por la espalda, me vas a partir la columna. Y otras cosas…
vaya, tampoco ya recuerdo su nombre, has debido de sacármelo con bisturí. ¿Qué cómo
voy a barrer? Si ya no me quedan dedos, ni manos, ni ojos, ni boca, ni piernas,
ni dedos, ni manos de ojos de entrañas de cielo de azul de vísceras de… Ya no
me quedan ni palabras. Quizás palabras sí, pero míralas, ya no tienen sentido,
ni dedos, ni manos, ni ojos de cielo de azul de… Están retozando por las
lagunas de las que nadie vuelve a ahogarse, a salir, de dedos, de manos, de
ojos de cielo de azul porque… Porque a las sirenas se les ha olvidado que
necesitan recordar respirar y ya no tienen pulmones de dedos, de manos, de ojos
de cielo, de ese… De ese tornado que ha dejado las palabras en posiciones tan
extrañas… Porque la acupuntura hinca donde no duele, ¿sabes? Estas palabras se
ensañan donde sí en dedos, en manos, en ojos de cielo de azul de… No hay
salvavidas. Los socorristas ya no saben cómo nadar o quizás nunca aprendieron
pero eran tan guapos con esos dedos, de manos de ojos de cielo de azul… Lo peor
es que en los mares (o eran lagunas), aunque los barcos hundidos no flotan, los
bailes sí. Y esos se clavan como tú, en los dedos, las manos, los ojos de cielo
de azul de… Alguien decía que todos flotan, flotamos… Creo que era un payaso…
¿o una araña? Téjeme una bufanda, mi amor, que me estoy quedando fría en ese
verano que me quema los dedos, de las manos de los ojos del cielo de azul de…
Ay, pero es eso… ¿un pirata? ¿Soy yo un pirata? ¡Quiero mi loro! Mi cofre… lo
perdí… Se perdió, me abandonó. Y ahora… ojo a vizor, ¡cómo brilla! Mi amor, ten
cuidado que volvemos a naufragar… mi amor ten cuidado que los dedos de manos de
ojos de cielo de azul de… mí.