Si tu cuerpo es mi lienzo,
si mis besos son el pigmento,
si la artista es mi boca,
tu orgasmo es mi obra de arte.
Y tú,
en ese momento,
eres solo mío.
Hasta que, como todas las obras de arte,
acabas,
y ofreces tu propiedad a todos.
Y quisiera que fuerais únicamente míos.
Pero entonces,
no seríais mis obras de arte.
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